Qué mueve la aguja es una de las preguntas que más se escucha en los comandos presidenciales en medio de la proliferación de sondeos que, semana a semana, reflejan alzas y bajas en las candidaturas sin una explicación sobre las razones. Por eso es que en la industria de las encuestadoras crece la idea de que quienes publican estos datos se hagan cargo de ellos al final de una elección.
“Pasa mucho por la ansiedad de los comandos que tienden a creer que todo lo que hacen, todas las acciones de campaña, tiene efecto inmediato. Por eso toman tanta fuerza las encuestas. La pregunta que más se hacen en los equipos de los candidatos es ¿qué movió la aguja? Y eso es imposible de determinar con exactitud porque son muchos los factores que están interviniendo simultáneamente», señala Juan Pablo Lavín, gerente general de Panel Ciudadano.
El problema, señalan en los equipos de campaña, es que un mayor número de encuestas en un corto periodo de tiempo no es siempre sinónimo de mayor transparencia ni calidad de la información que obtienen.
