Las primarias de Chile Vamos se perfilan como un proceso complejo, marcado por la aparición de liderazgos disruptivos como el de Kaiser y la alta popularidad de Evelyn Matthei. La obligatoriedad del voto en las elecciones generales añade incertidumbre respecto de cuánta gente participará y cómo se distribuirá ese electorado en una primaria de la derecha.